Comer con salud: "tendencias"

Sí, soy consciente de que al incluir la palabra “tendencias”, así, entrecomillado, en el titular de este artículo sobre salud y alimentación, se me ve el plumero: soy uno de esos que creen que la (tontuna) de la moda y el poderoso (y peligroso cuando hablamos de alimentación) marketing marca cada vez más nuestros hábitos alimenticios de una forma que ni siquiera somos conscientes.

Este fin de semana, mientras ojeaba el número doble de Enero de la revista Time, me he tropezado con un reportaje titulado “The New Food Rules” (pag. 90, sección HEALTH). En dicho reportaje se repasaban de manera más o menos breve seis aspectos a tener en cuenta para una alimentación saludable.

Y aunque es verdad que estos consejos encajan mejor en el mercado americano, como al final todos acabamos mirando hacia Estados Unidos, he considerado que no está de más saber lo que nos espera... ¿no?. Así que os resumo y os traduzco (haceos con la revista si tenéis la oportunidad) dichos consejos:

1. No te preocupes demasiado por las proteinas. Tras librarnos de la obsesión por comer “low fat food”, los alimentos de "alto valor proteico" o enriquecidos con proteinas ganar cuota de mercado, de la mano de las dietas proteínicas para perder peso. La recomendación de TIME, que no nos pongamos a contar proteinas. Una dieta equilibrada nos proporcionará el aporte necesario.

El TIME de Enero que recoge el artículo "The New Food Rules"2. Siempre que puedas, “eat outside the box”. Básicamente, que siempre que podamos, optemos por alimentos no procesados, priorizando vegetales, frutas, alimentos integrales, legumbres y semillas en general. Parece obvio, ¿no? Sin embargo, la tendencia actual es cada vez más la contraria: todo envasado y listo para su consumo. Y lo/nos justificamos por el ritmo de vida y otras razones que no son más que eso, falsas justificaciones que buscan calmar nuestra conciencia.

3. Pasa de los “superalimentos”. Nos encanta tragarnos todos los reclamos publicitarios sobre salud con los que la industria alimentaria adorna cada vez más sus productos: “enriquecido con”, “fuente de antioxidantes”, etc. La periodista Mandy Oaklander nos advierte sobre ello y cita un estudio de la Cornell University publicado por el “Journal of Health of Psychology” donde han constatado que los consumidores americanos piensan que los productos enriquecidos con omega3 son preferibles al pescado, una de las principales fuentes naturales de este ácido graso. Punto para la industria alimentaria.

4. Mejora tu dieta instantaneamente con este nutriente. Aunque aquí no se han podido resistir al titular sensacionalista, lo que nos recomiendan desde TIME básicamente es que nos aseguremos que la fibra esté muy presente en nuestra dieta, ya que además de proteger contra la obesidad, también ayuda a proteger muy eficazmente el sistema digestivo.

5. Mantente alejado de las bebidas y comidas de cero calorías. Evitar (o reducir) el azúcar y las grasas es, por lo general una buena medida. Pero debemos tener mucho cuidado si dicha reducción la hacemos a costa de endulzantes. Los efectos de los aditivos empleados continuamente por la industria para sustituir el azúcar suelen ser mucho peores que el propio azúcar: cambia la cocacola por zumos naturales o agua, no por cocacola zero.

6. Algunos alimentos pueden disparar el incremento de peso. Este punto ahonda en el hecho de que la tradicional fórmula de calorías consumidas menos calorías quemadas se ha quedado desfasada. Y es que para nuestro organismo no son iguales las calorías de, por ejemplo, la fruta, que las calorías de unas galletitas saladas, a la hora de determinar qué hacer con ellas: acumularlas como reservas (grasa) o consumirlas. Otra vez, la dieta Mediterránea y el control de los carbohidratos están en la solución del problema.

Para concluir, el artículo nos presenta una infografía con seis parejas de baile: alimentos que, combinados, multiplican sus propiedades beneficiosas. Pero hoy solo os vamos a desvelar una de estas parejas: la pimienta negra y la cúrcuma: la sustancia activa de la pimienta, la piperina, responsable del picor, incrementa la absorción de la curcumina presente en la cúrcuma al inhibir el proceso del hígado por el cual se elimina la curcumina, dándole así más tiempo a nuestro organismo en la absorción de dichos elementos.

¿Alguna receta de pimienta y cúrcuma?

Obviamente, cualquier plato de curry es una buena elección, especialmente cocinado al estilo “mediterraneo”. Es decir, con un buen aceite de oliva en lugar de grasas animales.

Y también podemos preparar una crema de verduras a la que añadiremos, una vez preparada, una cucharada de curcuma, un poco de pimienta negra y un chorrito de aceite de oliva. Todo mejor en crudo.

Pero si lo que queréis es consumirlo a diario, mejor optad por alguna bebida como la que nos proponen en el DailyHealthPost.com: “Una poderosa bebida contra el cáncer”.

Te verde y pimienta

Al parecer, las propiedades de la piperina presente en la pimienta, también funcionan a la hora de incrementar los efectos antioxidantes del te verde (Piperine Enhances the Bioavailability of the Tea Polyphenol). Aunque en este caso, mezclar te verde con pimienta negra no parece una combinación tan obvia.

Volviendo al artículo del TIME que nos ha inspirado esta entrada en el blog, es posible que algunos de estos consejos encajen mejor en el mercado americano, donde la industria alimentaria es uno de los lobbies más fuertes, pero como al final todos acabamos mirando hacia Estados Unidos, no está de más saber lo que nos espera... ¿no?

En general, estos consejos tienen bastante sentido y pueden ser seguidos por cualquier persona que no sufra una dolencia concreta. De todas formas, a la vista de la avalancha de información con la que continuamente nos bombardean, solo os podemos recomendar tomar una cucharadita de sentido común antes de cada comida.

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Fuentes:

http://time.com/3739336/superfoods-better-together/